jueves, 11 de diciembre de 2008

No solo pasa en películas

Una noche un par de esposos salían de un local miraflorino a mediados de las tres de la mañana, de los últimos días de noviembre— llovía y, como es clásico en Lima, la noche estaba más húmeda que nunca— de repente, la esposa vio a una señora sobre sentada en el suelo con un paquetito entre sus brazos y otro a su costado cubierto con cartones; Isabel ( la esposa) cuando notó bien, se dio cuenta que era una señora con sus dos hijas y se acerco a darle unas monedas; al acercarse se notó que la señora era una muchacha joven y el paquete que tenia entre sus brazos, era una bebe recién nacida, su alma de madre no pudo dejar a esas niñas ahí bajo la lluvia — para ella podían las tres ser sus hijas— y le dijo a la chica: ven, te llevo a mi casa; aunque la chica dudo al inicio ya después era tarde. Isabel, tenia entre sus brazos a la bebe y llamaba a su esposo, que en ese momento esperaba un taxi, lo llamaba para que cargara a la otra bebe— que no tenia ni tres años. En el taxi, la mamá de las bebes no sabia más que llorar y pedirle a la señora que no las llevara con alguna institución, pues le quitarían a sus hijas. Isabel le dijo: no me expliques nada hoy, ahora te voy a dejar en una habitación que tengo desocupada y ya mañana con más calma me contaras todo. Y así fue, llegaron a casa, Isabel y Juan (su esposo) las dejaron en una de las habitaciones que alquilaban y se fueron a dormir. Juan, aunque estaba desconcertado por la actitud de su mujer, prefirió callar y hasta el día de hoy no sabe la respuesta, solo está seguro que fue lo mejor que pudieron hacer aquella noche. Al día siguiente, muy temprano, Juan prefirió ir a supervisar que todo estuviera bien con sus nuevas inquilinas, ya que eran de todas maneras unas desconocidas y todo podía haber sido parte de una trampa. Cosa que no fue cierta, ese día y los días siguientes, la muchacha( la madre de las niñas) no paró de llorar: solo lloraba y daba las gracias— no creía que hubieran personas en el mundo como ese par de esposos. Naty y las bebes fueron bien recibidas por la familia Gonzáles Prada, y el medico de esta aseguro que una noche más, la bebe recién nacida no hubiera soportado, pues presentada un cuadro que podía dar origen a una neumonía. Conforme se fue tranquilizando Naty y los días fueron pasando; ella comenzó a contar su historia— la misma que repetiría a todos los integrante s de la familia, casi uno por uno. Ella era del interior del país, pero el padre de sus hijas la había traído hace un año a la capital, aquí había salido embarazada de su última bebe, la cual solo tenia veinte días de embarazo y, la noche que Isabel las encontró, era la tercera noche que dormían en la calle, pues no tenían a donde ir, la leche la preparaba gracias a los trabajadores de un casino cerca de donde las encontró Isabel, ellos le regalaban reglaban botellas de agua hervida— para comprar la leche acudía a la caridad de las personas que la venían deambular desde las primeras horas de la mañanas hasta la noche, en busca de dinero para comprarle de comer a sus hijas— y ella comía hace tres días, pues todo lo que recolectaba lo invertía en leche para sus hijas. Así llego la quincena de diciembre, Naty: le había pedido a Isabel ayudarle en los quehaceres de la casa, en gratitud a su generosidad, pero Isabel se negó, pues si bien ella necesitaba alguien quien le ayudara ella prefería pagarle; así que le ofreció el trabajo y el cuarto se lo brindaba gratis .Naty, no se negó a tal ofrecimiento, más bien se sentiría muy agradecida y así lo demostraba. Nunca decía que no a un favor, y sus pequeñas debido a la falta de bebes en la casa se fueron ganando el corazón de ese hogar que no estaba bien del todo. En primer lugar, los esposos estaban pasando un momento difícil en su relación, las hijas mayores estaban cada una inmersas de sus cosas y sus problemas, el hijo menor y el nieto— hijo de la hermana mayor— no dejaban de paliar por cosas materiales como la mayoría de jóvenes; en realidad, por ningún lado esta familia estaba completamente unida, salvo por que vivían en la misma casa o tenían la misma sangre, de ahí nada más. Estas chicas solo llegaron con una mochila pequeña de escolar, poco a poco desde el papá de la casa hasta el más pequeño le comenzaron a regalar, ropa, juguetes, accesorios personales, ect. Con la finalidad que estuvieran felices y no se sintieran menos, a la hora de la comida igualmente era lo mismo; Isabel había puestos dos lugares más en la mesa y las compras ahora se hacían para nueve, pues las tres mujercitas comían y muy bien. Los gastos de los pañales y la leche también fueron cubiertos por la familia y hasta la atención medica, esta familia le brindaba día a día lo máximo que podía y ellas también, púes siempre tenían una sonrisa o un te quiero para regalar desinteresadamente. Y así llego la Navidad, días antes, una noche que Naty y sus hijas ya se habían ido a dormir, Isabel le pregunto a su esposo y a sus hijas:¿ cómo serán estas fiestas?, pues ahora habían tres invitadas a la cena de navidad. Los cuatro quedaron en que le comprarían algunos presentes a las invitadas, para que no se sintieran menos; pero esto no fue así: llego la noche de Navidad y algo había ocurrido en el interior de esta familia, pues en primer lugar toda interactuaba— cosa que no hacían a menudo— y tenían un mismo fin, el darle la mejor Navidad que podrían tener esas tres mujercitas, hasta a los hijos pequeños de la casa les dieron regalos para que les entregaran. La Navidad, termino siendo para ellas, esa noche a la media noche el árbol de Navidad estaba lleno de regalos— casi en su totalidad para las bebes y su mamá— y todos cantaban como era costumbre en ese hogar, que por obra de magia, había vuelto a ser uno, gracias a tres personitas que si bien, no te podían dar nada material, sí mucho espiritual y eso era lo único que necesitaba esa familia. Pasadas las fiestas, Isabel decide no pagarle mensualmente a Naty si no semanal, para que pudiera salir los domingos con sus hijas a pasear; cierto día— el tercer domingo de ese enero— no llegaron a dormir, los Gonzáles estaban muy preocupados, pero se fueron a dormir cuando Juan les dijo: A ELLAS LAS ENCONTRAMOS EN LA CALLE, ASÍ QUE SE SABEN CUIDAR YA ES TARDE Y MAÑANA HAY QUE MADRUGAR. A la mañana siguiente seis y media empunto, Naty tocaba la puerta, como era su costumbre para despertar a la familia—Isabel no pudo con la felicidad que sentía—no había podido dormir toda la noche pensando en esas tres niñas. A la hora del almuerzo, la chica contó que había ido a casa de su prima y ahí se había quedado a dormir— de repente ya tenia una prima y se podía quedar a dormir en esa casa— eso le sonó rarísimo a Isabel quién esperó que la mamá de las bebes se fuera a lavar la ropa de sus hijas, para preguntarle a la mayor donde había estado: la niña— Alejandra— respondió que con su papá y que ella durmió con su hermanita y sus papas juntos en otra cama. Isabel no lo podía creer lo que escuchaba— pero los niños no mienten— en ese momento, llamó a su hija mayor— que es profesora— para volver a preguntarle; la bebe no cambio la respuesta: era cierto, no existía ninguna prima. Toda la noche se preguntaron sí debían enfrentar a Naty o sí era mejor callar; Isabel que no podía más con su preocupación a la mañana siguiente le preguntó y esta le negó todo. Isabel, sabia perfectamente que esta le ocultaba algo, lo podía notar, pero hizo como sí nada hubiera pasado; y así pasaron las semanas. Un día Naty, le comentó a Isabel que su prima le había propuesto abrir una juglería en uno de los mercados que habían por donde vivía esta última— nunca se supo la dirección exacta de la prima—Isabel que ya estaba fastidiada de no saber la verdad y como para dejar ver hasta donde llegaba Naty le dijo: es tú decisión, sí crees que estarás mejor que ahora ve, solo recuerda que las clases están por iniciar y la bebe necesita ir al colegio— la familia Gonzáles estaba tan encariñada con la bebes, y más aun con la mayor, que hasta colegio le tenían separado: estaban dispuestos de correo con su educación y la de su mamá, ya que Naty no había terminado el colegio e Isabel le puso esa condición: así más adelante podría sin la necesidad de un hombre sacar adelante a sus hijas. El mes termino, ya eran los primeros días de marzo cuando Naty anunció su partida, aunque la familia le ofreció el oro y el moro, nada la hizo cambiar de opinión. Juan: Isabel déjala ir lo más seguro es que halla amistado con su esposo y tú te estas preocupando— siempre supiste que no son nada tuyo así que ahora déjalas y no te pongas mal que eso sí me daría cólera. En realidad Juan también estaba afectado, pues siempre le gustaron las mujercitas en su familia, él no tubo hermanas, pero era conciente que estas eran unas extrañas prácticamente; ahora su familia necesitaba que él estuviera fuerte.


Llego el día de la partida de las tres mujercitas, varios de la familia como Juan prefirieron no estar, la escena no seria de las mejores: esa tarde solo estaban: Isabel, su hijo menor y su hija mayor quienes ayudaron a subir todas las cosas que estas se llevarían: Sí, esas chicas que llegaron solo con una machina llena de pañales y una mamadera, ahora se iba con una camioneta repleta de ropa para las tres — hasta para el invierno— juguetes en cantidad, utensilios de primera necesidad y otras cosas que muchas amistades de la familia le habían regalado—hasta coche tenia la bebita— y así se fueron, entre lagrimas y dejando una dirección que sí sería cierta(nunca se trato de averiguar); por parte de la familia, Isabel le dio dinero, los números de teléfonos de la casa y los celulares ,la dirección de la casa, y le hizo jurar a Naty que sí en algún momento volvían a pasar una situación similar no pasara ni una noche en la calle, pues ahí siempre tendrían un techo. Y se fueron.

La Familia nunca más supo nada de ellas, debido a la tristeza que se instauro en es hogar— y más en los padres— los hijos buscaron la manera de compartir todo el tiempo posible con ellos y estar todos en familia unidos; es así como nació la paz y la felicidad nuevamente en esta familia. Todo esto a acompañado de las palabras de muchos curas amigos de la familia y de parasicólogos también allegados: Estas niñas según cuentan— al momento que escribo estas líneas la piel se me pone en hilo,pues es algo real, aunque no lo paresca— son unos ángeles que te visitan en navidad y solo lo hacen en esa temporada a familias que tienen problemas: desunión familiar, peleas constantes, los hijos presentan problemas, ect. Estos se encargan de regresar a ese hogar la armonía y el amor que en el fondo tienen. La navidad es más que la entrega de regalos a las doce de la noche, más que decorar tú casa con todos los adornos posibles o salir a divertirte con tus amigos; la navidad en un periodo de reflexión y de amor con el otro, más aun con el más necesitado, solo así puedes vivir realmente la noche de NAVIDAD!